Hoy lunes 15 de Julio, se inauguró con gran emoción el XXI Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil en la acogedora ciudad de Asunción, Paraguay. Bajo el inspirador lema «Joven, a ti te digo: levántate», el evento ha congregado a jóvenes líderes de 21 países del continente, así como delegaciones especiales de Corea, Portugal y representantes del Vaticano.
La jornada comenzó con una significativa peregrinación desde el ex Seminario Metropolitano hasta la majestuosa Catedral de Asunción, donde se celebró una emotiva Santa Misa. El Cardenal Adalberto Martínez presidió la ceremonia, acompañado por el Nuncio Apostólico Mons. Vincenzo Turturro y otros dignatarios eclesiásticos. En su homilía, el Cardenal expresó su profundo agradecimiento a todos los presentes por su compromiso y dedicación hacia la pastoral juvenil, invitándolos a reflexionar sobre las diversas realidades y desafíos que enfrenta la juventud en América Latina y el Caribe.
«En estos tiempos tan complejos, el Señor nos llama más que nunca a vivir el amor y a construir una civilización del amor», destacó el Cardenal, inspirando a los jóvenes a ser agentes de cambio y promotores del bien en sus comunidades. Sus palabras resonaron fuertemente entre los participantes, quienes se mostraron entusiasmados y comprometidos con la misión compartida de fortalecer la pastoral juvenil en la región.
De regreso al Seminario Metropolitano, los delegados se sumergieron en una intensa y enriquecedora jornada de trabajo. Se presentaron los grupos de trabajo, se discutió la metodología del encuentro y se compartieron la carta y el mensaje enviados por el Papa Francisco, enfatizando la importancia de la participación activa y el diálogo constructivo entre los jóvenes líderes.
El encuentro no solo representa una oportunidad para intercambiar ideas y estrategias, sino también para fortalecer los lazos de solidaridad y amistad entre los participantes. Con un horizonte lleno de actividades enriquecedoras programadas hasta el 19 de julio, el evento promete ser una experiencia transformadora para todos los involucrados y las pastorales de sus países.
En palabras de uno de los participantes: «Este encuentro no solo nos une en la fe, sino que nos impulsa a trabajar juntos por un futuro más esperanzador y justo para todos los jóvenes de nuestra región».