Valle de Ángeles, Honduras.

Del 29 de septiembre al 3 de octubre de 2025, el pintoresco pueblo de Valle de Ángeles se convirtió en el punto de encuentro de los sueños, la fe y el compromiso de los jóvenes de toda la Región México–Centroamérica (CAMEX). En un ambiente de fraternidad y esperanza, se llevó a cabo el XV Encuentro Regional de Pastoral Juvenil, una cita que cada dos años convoca a los líderes nacionales de pastoral juvenil de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá (este último, de forma virtual).

Este encuentro tuvo como propósito fortalecer la comunión entre las pastorales nacionales, compartir las experiencias que animan la vida de fe de los jóvenes y discernir juntos los desafíos que plantea la realidad actual a la evangelización juvenil. A través de un proceso de escucha, oración y diálogo, los participantes buscaron trazar nuevas rutas de acompañamiento y misión que respondan al llamado del Papa Francisco a una Iglesia que “camina unida, escucha y se deja transformar”.

Un espacio de encuentro, discernimiento y misión

Durante los cinco días del encuentro, más de 80 jóvenes, asesores y delegados nacionales vivieron una experiencia marcada por la oración, la convivencia y el compromiso pastoral. Las jornadas se desarrollaron bajo la metodología de la “Conversación Espiritual”, una herramienta que permite el discernimiento comunitario desde la escucha profunda y el diálogo sincero, en sintonía con el camino sinodal que vive la Iglesia universal.

Este método —más que una técnica, un modo de vivir la fe en comunidad— ayudó a reconocer los signos del Espíritu en medio de la diversidad de realidades que vive cada país. Las voces de los jóvenes resonaron con fuerza, compartiendo sus inquietudes, esperanzas y el deseo de una pastoral más cercana, más humana y más profética.

Una región que camina unida

El Encuentro CAMEX se ha consolidado como un espacio privilegiado de comunión y formación. A lo largo de la semana, los participantes abordaron temas como el acompañamiento vocacional, la organización pastoral, la formación de líderes juveniles y la integración regional. Estas reflexiones buscan inspirar líneas de acción comunes para los próximos años, fortaleciendo el trabajo en red y la articulación entre países.

Las sesiones también incluyeron momentos de celebración eucarística, adoración, talleres formativos, y espacios culturales y recreativos, donde cada nación compartió la riqueza de su identidad y la alegría de su fe. Fue una verdadera fiesta de unidad latinoamericana, donde el idioma común fue la esperanza.

El encuentro no solo se vivió en las salas de trabajo. También se extendió a lugares emblemáticos de la fe y la cultura hondureña. Los delegados visitaron la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, el Cerro Juana Lainez y el Parque El Cristo del Picacho, símbolos de la historia y espiritualidad del país.
Uno de los momentos más emotivos fue la visita al pueblo de Santa Lucía, donde el párroco P. José Antonio Chavarría y la comunidad local ofrecieron una cálida acogida con música, banda marcial y expresiones de alegría popular. Este gesto fue un recordatorio tangible de cómo la fe se hace encuentro, comunidad y celebración.

Una misión que no se detiene

El envío misionero que cerró la semana fue un momento de profunda emoción y compromiso. Con la entrega de la Cruz Latinoamericana, símbolo de unidad y servicio, los jóvenes reafirmaron que la misión no concluye con el encuentro, sino que continúa en cada comunidad, parroquia y corazón joven dispuesto a seguir a Cristo.
La cruz, signo itinerante del compromiso continental, fue confiada a la delegación que organizará el próximo XVI Encuentro Regional en Guatemala, como un recordatorio de que el Espíritu sigue soplando donde hay jóvenes dispuestos a decir “sí”.

El encuentro culminó con la formulación de horizontes pastorales claros para los próximos dos años. Entre las prioridades acordadas destacan la formación integral de los agentes de pastoral juvenil, el impulso del liderazgo femenino y la participación de los jóvenes rurales, la incidencia social desde la fe, y la opción por procesos más participativos y sinodales.

La Pastoral Juvenil CAMEX reafirma así su compromiso con la juventud de la región: acompañar, formar y evangelizar desde la vida misma, haciendo de cada joven un testigo del Evangelio en su entorno.

“Este encuentro nos recuerda que no caminamos solos —expresó uno de los delegados—, sino que somos parte de una Iglesia joven que sigue soñando, discerniendo y construyendo el Reino en medio de los desafíos del presente”.

Foto oficial del Encuentro Regional de México y Centroamérica Pastoral Juvenil – Honduras 2025

El XV Encuentro Regional de Pastoral Juvenil CAMEX ha dejado huellas de fe, comunión y esperanza. Desde Honduras, los jóvenes regresan a sus países con el corazón encendido y la convicción de que la misión continúa allí donde haya un joven dispuesto a servir, amar y transformar su realidad con el Evangelio.

Encargado de Comunicaciones de la Pastoral Juvenil Región México y Centroamérica